viernes, 18 de julio de 2014

Desde el mirador

Os escribo desde el mirador y, la verdad, no sé porque os escribo. Bueno sí, seguramente por tres razones. O, mejor dicho, por dos personas y una razón. Sin duda, la primera persona es la que día tras día me anima a escribir (ok, no es un libro y un blog lo tiene cualquiera, pero por algo se empieza, ¿no?) y la segunda es la ‘bocina’ de una querida amiga que siempre que me ha visto reflexivo me ha clamado: “¡Hazte un BLOG!”. 

La razón es simple: Me encanta escribir, de toda la vida (como en ‘Star Wars: La Amenaza fantasma’ le contestaba el imberbe y pequeño Anakin Skywalker a Padmé cuando esta le preguntaba si era piloto) y, aunque seguramente no teclee más que tonterías mías que poco o nada os interesen, este momento me ha parecido por todo y por nada el más adecuado. 


¿Por qué el mirador del dálmata? Porque así me siento, en la misma postura en la que el clásico de Disney se imaginaba a Pongo mientras esperaba que Roger dejara de componer música. Mirando por la ventana, observando por el mirador, esperando que pase algo por delante del Outer Circle junto a Regent’s Park para distraerme o que, simplemente, llegue la hora de salir a pasear y disfrutar del aire londinense. Es decir, como ya veis, únicamente paranoias mías. Y para que todo tenga al menos una pizca de sentido, pues, ojalá, me pase por aquí unas 101 veces. Bienvenidos.